No te arriesgues al volante este verano – Consejos para evitar la fatiga
Según la DGT, el cansancio es uno de los factores de riesgo más importantes para la conducción. Entre un 20 y un 30% de los accidentes de tráfico se pueden relacionar de forma directa o indirecta con la fatiga. Cansancio no es solo quedarse dormido, pues, a medida que pasan las horas al volante, el conductor pierde estado de alerta, concentración y velocidad de reacción.
Esto pasa durante todo el año, pero en pleno verano, son muchos los conductores que salen a la carretera en busca de un destino vacacional que, muchas veces, está bastante lejos de su casa. Estos viajes, que pueden durar más de 3 horas, están marcados por las ganas de llegar al hotel en cuestión, y disfrutar de un baño en la piscina, o a casa para descansar, si se está volviendo de las vacaciones. En estos trayectos tan largos surge un factor de riesgo muy importante al que muchos no le prestan la atención necesaria: la fatiga al volante.
La somnolencia al volante es uno de esos problemas que no se tienen demasiado en cuenta pero que tienen una repercusión negativa realmente importante. Entre el 20 y el 30% de los accidentes de tráfico están relacionados con el sueño y la fatiga. Por el efecto que tiene en el cuerpo humano, se podría llegar a comparar el riesgo de sufrir un percance con el que tiene alguien que conduce bajo los efectos del alcohol. El problema es que muchos usuarios siguen adelante obviando este detalle y exponiéndose a quedarse dormidos mientras conducen.
Y por todo esto y como siempre, te traemos una serie de recomendaciones que pueden evitar la aparición del temido cansancio al volante.
1.Educación vial
Es muy importante que los conductores hayan recibido, en su etapa de autoescuela, la educación necesaria para enfrentarse al problema que supone la fatiga al volante. Además, es conveniente que conozcan los falsos mitos sobre como actuar en caso de estar cansado. En primer lugar, beber café en marcha, encender la radio o abrir la ventana no ayudará en ningún caso a detener la fatiga. En todo caso, el riesgo crece porque aumentan los estímulos exteriores que apartan la atención de la carretera. Además comer o beber en marcha es una infracción penalizada con multa.
Además, se debería evitar conducir entre las 12 y las 6 de la mañana y después de comer mientras se hace la digestión. Durante esos periodos, el cuerpo entra en un estado de relajación involuntaria que puede mermar seriamente la capacidad de atención y de alerta del conductor.
2.Buenos hábitos
Hay que llevar unos hábitos correctos para mantenerse alejado de la sombra de Morfeo. En primer lugar, si el conductor nota somnolencia debe parar inmediatamente. Es mejor tomar un café y descansar 15 minutos hasta que la cafeína haga efecto antes de seguir. Estirar las piernas un poco también puede servir. Por otro lado, hay que evitar las comidas copiosas si hay planificado un viaje después. Una digestión pesada produce un exceso de somnolencia que puede ser peligroso.
3.Planificar el viaje
Hay que tener en mente el recorrido que se va a hacer y las estaciones de servicio y lugares habilitados para el descanso durante el trayecto. Según la normativa, es recomendable descansar 45 minutos tras cuatro horas y media de conducción, 15 minutos tras una hora y media o 30 minutos después de dos horas y media, que es la más adecuada para evitar la fatiga. Si en el descanso se aprovecha para tomar una bebida con cafeína o un refresco, mejor. Es recomendable saber dónde y cuándo se parará a descansar antes de arrancar.
4.Usar la tecnología
La tecnología, si se usa bien, es el mejor aliado del conductor. Los sistemas telemáticos pueden ayudar al conductor a planificar una ruta y, siguiendo con el consejo anterior, decidir las paradas necesarias para descansar y evitar la fatiga. Además, algunos de los vehículos más nuevos y avanzados ya incluyen sistemas para reconocer la somnolencia y las distracciones al volante mediante la motorización del movimiento de los ojos y el tipo de parpadeo. Seguir las recomendaciones de estos sistemas puede prevenir un accidente.
Y, si no queda otro remedio que desplazarse en coche a un lugar lejano, hay que prevenir esa somnolencia. A continuación os dejamos algunos consejos para combatir esa fatiga al volante y saber como poder evitar un percance a tiempo.
- Algo de actividad antes de un viaje largo. Dar un paseo o algo de ejercicio (moderado) antes de conducir ayuda a despejarse y activar el cuerpo.
- Parar cada 2 horas o 200 kilómetros. Esto es vital para evitar el cansancio y retomar el nivel de concentración en la conducción.
- Beber mucho líquido. La deshidratación causa fatiga, así que hay que beber para evitarlo, sobre todo en verano.
- Cuidado con los estimulantes. El café, el té o las bebidas energéticas pueden evitar la fatiga a corto plaza, pero pasados sus efectos volverá a aparecer.
- Nada de alimentos pesados. Una comida copiosa conlleva una digestión más pesada y que se incrementa la fatiga.
- Alimentos ricos en hierro. La fatiga puede aumentar por la falta de nutrientes, así que mejorar ese aspecto ayuda.
- Especial atención en la última hora de conducción. Cuando se está llegando al destino hay mayor cansancio acumulado y se baja la guardia, hay que mantenerse atentos.
- Descansar lo suficiente si se va a conducir de noche.
- Ropa cómoda y una buena postura de conducción.
Y recordemos siempre eso que nos han repetido siempre nuestros mayores: Más vale llegar tarde que no llegar nunca.